La Batalla de la Primera Edad se libró Cuerpo a Cuerpo, y con Palos y Piedras. Al atardecer, cuando la Luz abandonaba este mundo. Cando el frío congelaba hasta el mismísimo alma. La Derrota estaba cerca, en la mente de cada uno de los que iban a luchar. Si conseguís matar a solo Diez de esos diez mil hombres que os acobardan, ya podréis huir en paz y sin temor de ser reprochados. En ese momento seréis libres para decidir cuál será vuestro futuro, solo tenéis que matar a diez, concentraos en eso, contarlos, y luego ya podréis decidir lo que queráis. La salida está al final del pasillo sur; habrá escapatoria, al menos la posibilidad de huir para todo aquel que lo desee. Así que tener preparada vuestra salida, con el menor equipaje posible. Pero ahora, vamos a luchar. Y no solo lucharemos contra ellos a palo y piedra, hoy lucharemos con todo lo que nos dé nuestra tierra y nuestra fe, porque hoy lucharemos juntos.
Escuchadme, hoy trataremos de mecanizar unas acciones que cada uno ha de desempeñar para que nuestra lucha sea más eficaz. Os explicaré de qué os encargaréis cada uno en vuestro puesto en la muralla, y no temáis, porque lo practicaremos hasta que sepamos hacerlo. Y más adelante, os diré lo que tendréis que hacer cuando estas estrategias ya no sirvan, pues deberemos seguir luchando.
Una cosa ha de quedar clara y es más importante que cualquier otra: matad a diez personas de los que nos acechan, y en ese momento ya seréis libres para hacer lo que tengáis pensado.
La arena seguirá estando aquí mañana, todo estará aquí mañana. Y no solo eso, dentro de diez mil años, seguirán estando aquí las mismas personas que hoy lidian entre la vida y la muerte, por conservar su libertad, todos ellos, tendrán que tomar la misma decisión, la misma batalla tendrán que librar. No importa quienes sean, como sean, en que rincón de este planeta se encuentren. Todos y cada uno de ellos tendrán que hacerse esta misma pregunta, enfrentarse a este mismo temor. Pues todos vivimos, habiendo nacido del vientre de nuestra madre, todos provenimos de otro ser humano, y todos necesitamos alimento y descanso. Para seguir nuestro ciclo vital hasta nuestra muerte. SÍ, porque todos también morimos, no lo dudéis, todos tenemos que morir. No tengáis miedo a eso, todos moriremos, pues somos seres humanos. Ahora, salir a luchar y no temáis por vuestro honor, vuestra vida o vuestra familia. Todos estamos unidos, siempre lo estaremos. Y si solo uno de nosotros muere todos lo sentiremos, así que no vamos a permitirlo y todos combatiremos.
Yo no os ordeno luchar, sólo os pido que matéis a diez hombres y os enseñare la mejor forma de hacerlo, para que solo tengáis que concentraros en lo que tenéis que hacer, y sabed que tenéis el derecho a vivir, a ser libres, a vivir.
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